Vagaba por internet en busca de algo que inspirara una nueva entrada para este blog, cuando cayó a mis manos una campaña que me conmovió de sobremanera. Y os voy a contar por qué. Por encima de la creatividad u originalidad que estas gráficas puedan tener, removieron en mi interior los recuerdos de mi infancia, de aquellas entrañables clases de pintura en las que soñaba con teñir mi papel de un azul tan intenso como el cielo o de un negro tan profundo como la noche. Y es que eso es precisamente lo que recoge la última campaña de Faber- Castell (la marca de pinturillas que yo de pequeña utilizaba), ese sueño de tantos y tantos pintores.
Pero a pesar de todo, creo que seréis capaces de perdonarme este arranque de sentimentalismo, porque las gráficas son excepcionales. Aquí os las dejo, para que las observéis y penséis un rato sobre ellas, a ver si a vosotros también se os enciende la bombilla creativa.