lunes, 11 de abril de 2011

Un despacho con vistas al mundo, por favor

Son muchos los que afirman, sin llegar a equivocarse, que el despacho de un creativo está en la calle. El entorno tiene el poder de inspirar, de ayudarnos a evadirnos para relacionar términos a priori antagónicos. Lo que vemos, oímos o percibimos de nuestro alrededor es la base del éxito de muchas campañas.

En este espacio, hasta el momento, hemos comentado gráficas creativas, spots originales… Sin embargo, ya va siendo hora de que salgamos a la calle a ver qué es lo que pasa allí.
Son tiempos en los que se habla de saturación publicitaria, de decadencia de la publicidad tradicional, de poca atención a los medios de comunicación… Y por ello precisamente, nuestro entorno va poco a poco configurándose como emplazamiento para las campañas más creativas. ¡El éxito está asegurado!

Buena muestra de ello son las que os traigo a continuación.
¿Existe acaso alguna fórmula más acertada que convertir a cualquier bañista en portada de Playboy para conseguir que todo el entorno recuerde un anuncio? Conseguir que la publicidad no se aísle, que conecte con la gente es uno de los mayores retos de nuestro tiempo.
Otro buen ejemplo es el de la marca de juguetes Hot Wheels. Después de ver algo así ¡qué niño no desearía un cochecito!
Y por último, la acción de don limpio: más claro no se puede decir, ¿no creéis?


Tenemos que tener presente que el street marketing se está convirtiendo en un terreno de lo más propicio para desarrollar nuestra creatividad. Así que ya sabéis, atentos al entorno en el que os movéis, que cualquier lugar puede ser propicio para una buena publicidad. Sustituir horas de despacho, de enclaustramiento o  de estudio por largos paseos de observación es una gran técnica para que la bombilla creativa vuelva a parpadear.

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